viernes, 28 de diciembre de 2007

Viaje desde hasta...


Ese auto era amarillo, grande y cómodo... muy veloz, mi padre iba como copiloto y mi madre al lado abrazándome siempre, el viento me daba tan fuerte en la cara y las colinas verdes cambiaban de colores y tonos a medida que mis ojos se cerraban, el viento causaba en mi un efecto somnífero y Morfeo ganaba la batalla por querer mirar el camino que nos llevaba desde Cienfuegos a Matanzas, el sol se colaba en el auto y las cabelleras de los ocupantes se arremolinaban sin control, que rápido íbamos...

El destino era una casa de campo cubana, las cañas no dejaban ver mas allá del molino de viento y a sus pies un gran estanque en donde no se por qué, nadie podía bañarse, exploré cada rincón y no recuerdo quienes nos invitaban allí, tampoco si había otros niños para jugar...

Cuando la comida estaba en la mesa el cochino al horno olía tan rico acompañado de moros y cristianos un vaso de agua tibia y una mecedora amplia donde debía comer todo lo servido... en el estante de enfrente se veían botellas de Ron casero y el ambiente plagado con olor a habano recién apagado… allí la electricidad no llegaba pero la revolución vivía hace años en los cañaverales, cada ciertos meses la gente machete en mano cortaba la caña dulce y venían desde distintos lugares para realizar esa importante labor… en unos años mas ya estaría listo para esas labores… por ahora plátano frito para mi plato.


lunes, 17 de diciembre de 2007

Un tango... un amor, el pasado.


Me dijo, "Presta atención a este tango, es triste, pero es real"... jamas debí dejar que mis oidos lo escucharán, me apretó el alma que pensé se había librado de los recuerdos de aquella mujer... lo escuché repetidas veces... cada letra, cada nota de ese bandoneon transforma el amor de ese tiempo en lagrimas secas (¿ haz llorado como yo ? mujer del recuerdo), que habrá sido de tu vida y que fue de la mía... ya en mi ocaso... la mujer amada no existe, jamas llegó... este sur me cobijó, cada árbol y cima de estos cerros abrazarón mi pena, ya no los subo como antes... pero te digo que recordarla me pesa mas, que mi enfermo corazón y las piernas que quieren llegar a ti...

Tango, no maldigo ni tu letra ni el maquiavelico bandoneon que te da vida, ni siquiera a quien me invito a escucharlo... mucho menos a la que asesinó mi esperanza y me dejó a tres pasos del furioso mar.

"Esta noche beberé por que ya no volveré por hoy a escucharlo mas!!"