jueves, 9 de julio de 2009

De donde ?


De donde es UD.?
De donde viene?
Es acaso guajiro?
Es acaso gaucho?
Es acaso Huaso?
Entonces pienso: "Supongo que un poco de todo"
Y se escuchó: "Pero dígame de donde UD. se siente" gritando.
Aullando con una voz con tres acentos en el mismo instante.

Y vuelvo a decir "Supongo que de la tierra caliente, del cañaveral, de la arena blanca, de los ritmos candentes, del ron y el son"

Pienso un rato: "Supongo que del viento sonda, de las siestas, de las facturas, de la pasión de los goles, de la cultura singular y aquellos amigos"

Doblo mi cabeza: "Supongo que de mi familia, de la cordillera, del lugar que salí siendo semilla"

Y otra vez se escucha: "Pues entonces sea semilla sureña, raíz tropical, hojas de ceibo, pero sobre todo sea una planta única, inigualable, incomprensible y cuando dé una flor, llámela: SOFIA"

jueves, 2 de julio de 2009

Baratijas


Quizás la manera de decir las cosas, las palabras precisas que llegaban a su "distinguida" clientela.

En un mar de gritos su voz surgía aplastante y sacaba el mayor provecho de eso.

Para cuando alguien escuchaba sus ideas claras y consecuentes no había retorno, que tenía ese compadrito que lo hacía vender todo lo que se proponía.

Engatusar era su lema y así se ganaba la vida, por cada venta realizada soltaba una bocanada de alivio transitorio, vivía al día a la hora al segundo exacto.

Sus clientes al final del día se sentían estupidos y la rabia los avergonzaba, para que comprar una baratija que no sirve, pulseras, lociones, lapiceras, estampitas de santos, hasta revistas taiwanesas, no resistía análisis su poder hipnótico que se parecía a la espuma espesa de un café muy caliente, que no se resiste nadie a soplarla y beberla efímeramente.