Siete Vidas

Upita, era la gata mas hermosa que mis ojos habían visto, quizás el contexto de ese momento me hacía apreciar la belleza de un animal libre con sus siete vidas por delante y ninguna consumida... la conocí una vez trasladado desde el nacional hasta cuatro álamos, ya eran varias semanas atormentado diariamente, me quería rendir y no aferrarme mas a seguir de pie, sabía que este nuevo lugar podía ser la última parada de mi existencia, pero tirado en un rincón de ese horrible lugar,la vi aparecer por una de las ventanas que daban al patio principal.. la llamé pero se fue asustada.. quizás el olor a muerte y mierda humana la espantaron, noche tras noche la esperé con migajas de pan añejo, así acostumbramos a vernos y pasábamos tiempo juntos, al verla marcharse ansiaba dejar este lugar atrás y no olvidar a los que habían sucumbido y que eran cruelmente obligados a dejarme solo nuevamente.. la upa seguía creciendo y su lengua aspera que rozaba mis dedos me daba el coraje para continuar resistiendo, pensaba que si algún día ella no retornará me quedaría dormido por siempre.. durante una de las revisiones semanales quien estaba al mando, dirigió personalmente la búsqueda de la "gata", ahí supe que no era solo yo quien disfrutaba de su compañía, aquellos que estaban privados de sus sueños futuros se aferraban a la upa como lo hacía yo... la orden estaba dada y upita no pudo salvarse.. yo lo logré y es extraño que al cabo de veinte años los que fuimos llevados ahí y logramos volver a vernos eramos solo siete.. si !! no tengo dudas ella entregó sus vidas por cada uno de nosotros, coincidencia o no los números no mienten y las historias no siempre son lo que algunos justifican para vivir sin culpas.