martes, 14 de abril de 2009

Su mundo submundo.



Como te describo a José, sé que supo su verdad
y se volvió salvaje, fue calle, esquinas, veredas

Solitario o en grupos, con la frente fría
con sus harapos y cuerpo ignífugos.

Los que lo quisieron, trataron y trataron
pero las raíces de esos callejones
transformaron su mundo en vagabundo.

Y pasó el tiempo
desde los autos o buses
lo miré muchas veces
la misma esquina, ropas, amigos y penas.

Lo tengo como grabado en mis recuerdos
esa tarde almorzamos en casa
llegó tan limpio y charlamos,
me contó historias de mi padre
y se reían juntos...

me alegraba y apenaba
me sorprendía y enmudecía
cuanta inteligencia, para mí despilfarrada
cuantas vivencias que ni imaginaba

Tan sucio (pero no ese día) de afuera y tan escandalosamente
limpio por dentro, tan grande, tan bueno.

Y la tarde se apagó y Bárbara se lo llevó…

¿Qué le rompió el corazón?
¿Qué le rompió su normalidad?
¿Qué se metió en su cabeza?
¿Quien le asesinó su destino?

¿Fue la triste verdad ó la despiadada mentira?


Dedicado a mi tío José Riquelme Cruz.

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